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LAS IDEAS SON EL NOMBRE DEL DINERO

Grupo de personas, planificando un emprendimiento. Las ideas son el nombre del dinero.
Para emprender puedes hacerte de socios estratégicos y elaborar una hoja de ruta en un inicio.

En el mundo en que vivimos, nos rodeamos de muchos puntos de vista diferentes, así como de varios criterios a la hora de pensar y generar ideas para emprender un negocio, darle nombre y que genere dinero. Es por eso que existen personas que creen que no nacieron para emprender y que solo pueden trabajar para alguien más a cambio de un cheque seguro pero que los esclaviza, es decir, prefieren ser empleados.

Si no nos damos la oportunidad para hacer algo diferente es difícil pensar en que vamos a encontrar la forma de salir de donde estamos, peor aún tener éxito mientras emprendemos.

En AAAMundial te hacemos una invitación muy concreta.

Crea una competencia a tu salario, es decir no dependas solo de una fuente de ingresos. Comienza, hazlo, y con el tiempo mide que lado sigue creciendo, en cual te sientes más a gusto y apasionado, por cual serías capaz de darlo todo, con el tiempo solo tu mirarás tu balanza y elegirás que camino seguir.

Cualquier persona puede pensar que emprender puede ser muy costoso, pero podemos decirte por experiencia propia, y manifestándolo con total convicción que hacerlo no es difícil.

Las ideas y el dinero.

Las ideas son el nombre del dinero, en el siglo XXI; si tenemos ideas, el capital llegará, si tenemos solo capital, el mismo se desvanecerá.

Frente a cualquier desprevenido, hay que analizar en qué puntos debemos fijarnos o poner más atención a la hora de emprender, como sabemos que el nombre del dinero son las ideas que debemos generar, pero con planificación. Siempre hay que consultar tres puntos macro, el primero se refiere a qué me gusta hacer, qué me motiva, qué es lo que hace que vea la llegada de los días lunes con motivación y no como la mayoría de las personas; segundo, ¿qué hago mejor que los demás?, ¿qué valor agregado se produce?, ¿por qué pueden comprar mi producto?; y lo tercero, ¿qué necesidades hay por satisfacer?.

La conclusión es clara, mientras algunas personas vinieron a este mundo a llorar, otros venimos a vender pañuelos. Podemos vender pañuelos, podemos identificar las necesidades de las personas y nunca nos faltara un negocio por emprender.

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